Aplicación de esta energía

Las aplicaciones de la energía eólica se pueden clasificar, según su ámbito, como aplicaciones centralizadas, caracterizadas por la producción de energía eléctrica en cantidades relativamente importantes, vertidas directamente a la red de distribución, o aplicaciones autónomas, dentro de las que cabe distinguir el uso directo de la energía mecánica o su conversión en energía térmica o eléctrica.
  En el marco de las aplicaciones centralizadas, en las que siempre será necesario que la potencia base de la red la proporcione una fuente de energía más estable, cabe destacar dos grandes tipos de instalaciones eólicas:

Aerogeneradores de gran potencia: se están llevando a cabo experiencias con aerogeneradores en el rango de potencias de los MW con grandes esperanzas, ya que la potencia que se podría instalar sería muy grande
Parques eólicos: se trata de centrales eólicas formadas por agrupaciones de aerogeneradores de mediana potencia (alrededor de 100 kW) conectados entre sí, que vierten su energía conjuntamente a la red; la generalización de estas instalaciones contribuiría a una importante producción de electricidad de origen eólico en el futuro.

A finales de 2007, la capacidad mundial de los generadores eólicos fue de 94.1 gigavatios. En 2009 la eólica generó alrededor del 2% del consumo de electricidad mundial, cifra equivalente a la demanda total de electricidad en Italia, la séptima economía mayor mundial. 


En España la energía eólica produjo un 11% del consumo eléctrico en 2008 y un 13.8% en 2009. El 8 de noviembre de 2009, más del 50% de la electricidad producida en España la generaron los molinos de viento, y se batió el récord total de producción, con 11.546 megavatios eólicos.


Aplicación de la energía eólica en nuestro país

En la actualidad, este tipo de energía es utilizada principalmente para producir energía eléctrica mediante dispositivos llamados aerogeneradores que transforman la energía cinética del viento en energía eléctrica.Hoy en día, Argentina cuenta con solo 30 MW instalados principalmente por cooperativas eléctricas entre 1994 y 2002. Esta situación cambiará rápidamente a partir de la licitación GENREN.
El 30 de junio de 2010 tuvo lugar la adjudicación del Programa de Generación Eléctrica a partir de Energías Renovables (GENREN), licitación que se llevó a cabo a través de la estatal ENARSA y del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Resultaron adjudicadas proyectos según el siguiente desglose: 754 MW que corresponden a generación eólica, 110,4 MW a térmica con biocombustibles, 20MW a solar fotovoltaica y 10,6 MW a pequeños aprovechamientos hidroeléctricos totalizando 895 MW. Los MW restantes para llegar a los 1000 MW originariamente licitados serán re-licitados próximamente.
El total de oferentes fueron 21 empresas, que presentaron 51 proyectos. La potencia ofertada fue de 1.436,5 Megavatios (40% superior a la licitada). Las empresas adjudicatarias fueron las siguientes: Emgasud Renovables S.A, Patagonia Wind Energy S.A., Energías Sustentables S.A, International New Energy , Sogesic S.A., Isolux Corsan Argentina S.A. ,IMPSA S.A., Nor Aldyl S.A., Centrales Térmicas, Mendoza S.A., SIRJ SRL, GeneraciónEólica S.A, IECSA S.A. e Hidrocuyo S.A.
Entre los beneficios esperados a partir de esta licitación pueden mencionarse los siguientes:
• Más de 7.000 puestos de trabajo
• 9.000 Millones de Pesos de Inversión
• Más de 2 Millones de Toneladas de CO2 evitadas
• Promoción del Desarrollo Industrial Local
• Desarrollo de las Economías Regionales
• Diversificación de la Matriz Energética
• Impacto Federal y Distribuido


En Argentina su utilización para el bombeo de agua ha sido muy común en la zona rural, adaptándose a las más diversas condiciones climáticas del país. Los molinos para bombeo de agua, ya sea para riego, bebederos de ganado, etc. se difundieron en el país desde el siglo pasado, constituyendo, aún hoy, un paisaje común en la zona rural de las provincias argentinas.
La Secretaria de Energía y Puertos de nuestro país, estimó en más de 500.000 el número de molinos multipala instalados, especialmente en la región patagónica y pampeana.

Otro uso de la energía eólica ha sido la utilización de “molinetes” o cargadores de baterías. Estos servían básicamente para cargar baterías y/o acumuladores que hacían funcionar radios y otros equipos valvulares de antaño. Con la llegada de los equipos a transistores y portátiles, estos cargadores fueron quedando en desuso.

  Este tipo de aerogeneradores volvieron a hacer su aparición en los ’79 para ser usados en zonas aisladas, sin suministro eléctrico, revalorizando, además, la utilización de fuentes de energía no tradicionales.
  La energía eólica tiene una amplia gama de aplicaciones, y su rol será, cada vez, más importante. Estas aplicaciones van desde los pequeños generadores para brindar suministro eléctrico a instalaciones de bajo consumo en sitios donde no llega la red eléctrica comercial, hasta los grandes parques para generación de electricidad a ser entregada a redes de distribución.
  La generación eólica, a nivel mundial, crece desde 1990 a un promedio anual de un 20%. Los precios de generación han caido un 75% en los últimos 10 años. La generación eólica se ha convertido en la más importante de las fuentes no convencionales de energía. Pese a esto Argentina ignora un recurso natural disponible y no tiene programa alguno para aprovecharlo.

  El desarrollo de las fuentes energéticas no convencionales no ha estado en la prioridad de los organismos nacionales de gobierno, los cuales se han concentrado casi exclusivamente al fortalecimiento y ampliación del programa nuclear, sobre todo durante los gobiernos militares.
Con el advenimiento de la democracia, se crean en 1985 tres centros de investigación y desarrollo: el Centro Regional de Energía Solar (Salta), el Centro Regional de Energía Geotérmica (Neuquen) y el Centro Regional de Energía Eólica (Chubut).

  El Centro Regional de Energía Eólica (CREE), creado por convenio entre la Provincia de Chubut, la Universidad Nacional Patagónica “San Juan Bosco” y la Secretaria de Energía de la Nación, tiene como objetivos básicos:
·         Concentrar el conocimiento sobre el tema.
·          Realizar acciones para su aplicación.
·          Asesorar técnicamente en la materia.
·          Mantener un intercambio permanente de información con otras entidades técnicas-científicas
·          Capacitar profesionales.

  En febrero de 1989 finalizaron exitosamente negociaciones con el ministerio Alemán de Investigación y Tecnología para instalar un parque eólico de cuatro turbinas de 30 kW cada una en la localidad chubutense de Río Mayo (localidad con un promedio anual de vientos de 8mts/seg), las cuales se complementarían con un equipo diesel que generaría un 60% de la producción - hoy en día la actual tecnología permite diseñar sistemas híbridos eólicos-térmicos con una participación muy superior de los generadores eólicos-.
  Este parque se puso en funcionamiento a comienzos de 1990 y constituyó la primera instalación eólica de mediana envergadura en Argentina. Esta instalación fue la primera que permitió generar electricidad a partir de viento, volcándola a una red de servicio
 público.

 

Chubut

El parque Vientos de la Patagonia,  empezó a generar energía eólica con la puesta en marcha del primer generador de 1,5 MW, diseñado por Impsa. El parque, que se levanta a 40 km al norte de la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia y pertenece a la petrolera estatal Enarsa, se proyecta como uno de los principales parques eólicos del país y de la región con la generación prevista de 60 MW.

La Rioja

El gobierno de La Rioja y la Nación, por medio de la empresa estatal Enarsa ya inauguró el parque eólico más grande de Argentina. Que consta de 12 molinos eólicos con una capacidad de generación de 25,2 MW, totalmente diseñados y fabricados en Mendoza.
La primera etapa de la obra, consta de 12 aerogeneradores Impsa IWP-83 de 2,1 MW, que están en funcionamiento en Arauco a unos 20 km al sur de la ciudad de Aimogasta. Se planifica también una segunda etapa para 2012 que duplicaría la capacidad para alcanzar así unos 50 MW.

Neuquén

El Ente Provincial de Energía del Neuquén (EPEN) avanza en el proyecto de instalación de generadores que conformarían inicialmente el futuro “Parque Eólico Auquinco” en el Norte de la provincia, con una potencia instalada de entre 40 y 56 MW. La zona detectada para eregir el proyecto es en Auquinco, cercana al volcán Tromen, donde el viento sopla a 9 metros por segundo con una frecuencia suficiente como para pensar en la instalación de unos 28 molinos.

Río Negro

En Febrero de 2010 la empresa rionegrina Invar presentó un proyecto para desarrollar 100 MW de energía eólica en Río Negro que serían inyectados a la red nacional. La propuesta que se ubicaría en la zona de Cerro Policía, localidad cercana a General Roca, representaría un fuerte impulso para el desarrollo de energía renovable en la provincia.6
El emprendimiento “Parque Eólico Cerro Policía Norte” (CP-N) -también el del Parque Eólico Cerro Policía Sur” (CP-S)- procura la construcción y posterior operación de un Parque Eólico conformado por 25 aerogeneradores marca VESTAS, modelo V80-2.0MW, de 2.0MW de potencia nominal, 78 m de altura al buje y rotor de 80 m de diámetro. La energía generada desde esos sendos 50 MW de potencia instalada será transportada en 132 KV a través de LEAT a construir, y entregada alSistema Integrado Nacional de Energía, luego de las necesarias obras de adecuación, en la Estación Transportadora Chocón Oeste.

La producción de energía eólica manifiesta un notable crecimiento a partir de la construcción de parques eólicos, que aprovechan, principalmente, los ricos vientos de la Patagonia y la Provincia de Buenos Aires para la generación de energía renovable.

El desarrollo de la energía eólica constituye una de las prioridades de la Argentina en materia de fuentes renovables de energía. En la actualidad existen en el país diversas empresas que, con el apoyo tanto del Gobierno Nacional como de los gobiernos provinciales respectivos, se dedican a la construcción de importantes parques eólicos, que se sumarán en el corto plazo a los que ya funcionan en la Patagonia y el sur de la provincia de Buenos Aires. Asimismo, la actividad está regulada por la Ley Nº 26.190 (Régimen de Fomento Nacional para el Uso de Fuentes Renovables de Energía).

Las condiciones naturales óptimas para la generación de energía eólica –vientos constantes y uniformes en distintas partes de su territorio, principalmente en el sur argentino-, la creación de instituciones encargadas de promover el desarrollo de la actividad –como la Asociación Argentina de Energía Eólica (AAEE) y la Cámara Argentina de Generadores Eólicos (CADGE)-, y la fuerte inversión en proyectos eólicos –como la construcción del Parque Eólico Malaspina, en la Provincia de Chubut- convierten a la Argentina en el lugar ideal para la producción de este tipo de energía renovable.









 Una energía en desarrollo


30.000 aerogeneradores en todo el mundo:

La energía eólica está conociendo un crecimiento importante a escala mundial. Actualmente se calculan unos 30.000 generadores eólicos repartidos por el planeta.
La industria eólica emplea directamente a más de 4.000 personas y existen unas 30 empresas para la fabricación de aerogeneradores.
Hoy en día esta energía limpia, renovable y de gran potencial eléctrico ha aumentado sus posibilidades para la producción de energía eléctrica, ya que las nuevas tecnologías aplicadas irán permitiendo hacer más rentable la obtención de energía a partir de esta fuente. Teniendo en cuenta que sólo el 10% de esta energía se encuentra disponible cerca del suelo, el potencial sigue siendo considerable. Para aprovecharlo, sería necesario cubrir las tierras emergidas y las superficies marinas con enormes motores eólicos.
Con estas condiciones, es razonable estimar que por mucho tiempo las aplicaciones de la energía eólica se limitarán a utilizaciones locales o bien como fuente complementaria en la alimentación de las redes eléctricas.
Las zonas más favorables para la implantación de grandes motores eólicos son las regiones costeras y las grandes estepas, donde vientos constantes soplan regularmente. En general, como la velocidad del viento aumenta con la altura, los emplazamientos más favorables son los cerros y las colinas que dominan un terreno despejado, sin obstáculos que originen turbulencias. Para obtener buenos resultados, es necesaria una velocidad media del viento superior a 30 km/h (fuerza 5 en la escala de Beaufort).